Bronce Arquitectónico desarrolla, en colaboración con Ferrer Arquitectos, uno de los proyectos más monumentales en arquitectura: PIRÁMIDE.
No existe monumento en el mundo que haya ejercido mayor fascinación sobre los hombres de todos los tiempos que las pirámides de Egipto. Esos faraónicos rascacielos del desierto donde la geometría se hace montaña, envueltos en leyendas, llenas sus entrañas de misterios, son construcciones que nadie sabe con exactitud cómo se construyeron, aunque se sabe fueron hechas con vocación de eternidad.
La pirámide, como forma evocadora de eternidad, ha sido posteriormente utilizada en la arquitectura a lo largo de la historia para transmitir emociones, para tocar el corazón humano y transportarlo fuera de su tiempo, ubicando al hombre minúsculo en el Universo, pero haciendo que se sienta como un Dios que contempla su obra intemporal. Por ello, esta forma mueve en nosotros algo único, algo inconmensurable, permanente en el ser humano desde su origen y proyectado hacia el futuro como símbolo de pureza y divinidad.
La empresa Bronce Arquitectónico propone unir la fuerza y emotividad de la pirámide con la excelencia, belleza y calidad de nuestro material, el Bronce Arquitectónico, y lo hacemos a través de un edificio que se convertirá en monumento, que será un elemento escultórico a gran escala con la textura y el brillo inigualable del Bronce Arquitectónico, y que llegará a ser un hito de referencia y un elemento atrayente de gentes y emociones.
En cuanto al aspecto, Lo que le confiere a PIRÁMIDE su singularidad mundial es el movimiento de su piel de Bronce Arquitectónico. Efectivamente, esta posibilidad de movimiento del revestimiento de bronce la convierte en el único edificio del mundo que puede cambiar el aspecto de forma instantánea y a voluntad del propietario. La imagen exterior PIRÁMIDE se puede modificar, siendo posible transformar sus fachadas mediante control interactivo a tiempo real. De esta manera, mediante un sistema automatizado conectado con los paneles móviles de fachada de Bronce Arquitectónico, el cual se controla desde un cuadro de mandos principal, se puede accionar la apertura o cierre de los elementos de fachada, pudiendo controlar, por tanto, la imagen del edificio según un número infinito de posibilidades, y llegando hasta la opción de personalizar totalmente las fachadas con imágenes o formas específicas de la empresa o el cliente.